lunes, 4 de octubre de 2010

Lo que piensa el guardián del infierno

En estos trabajos desarrollamos en forma de monólogo qué piensa y siente Cancerbero, el encargado de custodiar la puerta del Hades. ¿Siente furia? ¿Disfruta aterrorizando a los eternos visitantes? ¿Se aburre? Para realizar estas producciones, además del material del Plan Plurianual, fue fundamental la lectura complementaria de textos de Bestiario, de Gustavo Roldán.

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Cerbero

Yo me llamo cerbero y soy un perro que guardo el Hades, en el mundo de los muertos. Yo estoy encadenado en la puerta y atemorizo a las almas cuando entran. Impido la entrada de los vivos y no permito la salida de los muertos. Tengo tres cabezas de perro y mi cola es de forma de una serpiente. En mi dorso erguidas tengo muchas más cabezas de serpiente. Yo estoy muy solo, y sólo sirvo para ahuyentar a los muertos. Estoy encadenado a esta puerta para toda la vida y moriré junto con mis otras cabezas muy triste.

Autora: Johanna

Ilustración: Sasha

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Monólogo

Mi verdadero nombre no es Cerbero, sé que es otro, pero hace tanto que estoy en el Hades, que ya no lo recuerdo.
Hace muchísimo tiempo que cuido sus puertas y sólo han venido dos mortales aquí. Ellos fueron Orfeo y Heracles. Me siento muy solo aunque vea gente muy seguido, porque son sólo sombras.
Soy muy amable y simpático, no entiendo por qué nadie quiere quedarse un momento conmigo. Creo que es mi aspecto el que los asusta. Nunca tuve ningún amigo, aunque a veces entran niños al Hades y no me tienen miedo (no se por qué cuestión) y juegan conmigo un rato, pero al fin y al cabo, tienen que irse en algún momento, y entran. Mi punto débil siempre fueron los niños, pero nunca se lo dije a nadie.
Siempre he querido salir de aquí, pero en el mundo de los mortales, ¿quién querría a un monstruo como yo? Espero que algún día Hades tenga compasión por mí, me convierta en un perro común, y me deje ir... al mundo de los mortales.


Autora: Cynthia

Ilustración: Gabriel Bernstein, del libro Bestiario.

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Monólogo

Siento que debería ganar más cosas por el trabajo que tengo que hacer mirando si se escapa algún alma o salen de repente los cuerpos del río, o ir y perderme horas para dormir porque se pelean las almas entre sí… y tan solo recibo comida un día por semana.
Pienso que no es cualquier trabajo, otro ya se hubiera ido, pero yo no soy de esos. Cuando quiero algo lo consigo. El problema es uno solo multiplicado por tres. Una de mis cabezas (la de la derecha). Piensa que debo matarlos y quedarme como dueño de todo; la otra, la de la izquierda, quiere pedir más horas de descanso… sabiendo que no va a ser así y como castigo: 4 horas en fuego; y la última, la del medio, o sea yo, quiere quedarse y soportar todo.
La verdad, no sé con cuál quedarme.

Autora: Agustina.

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Monólogo


Yo me siento atrapado, y mis otras dos cabezas se sienten igual. Estamos cansados de tener que cuidar esta puerta, desde que nacimos estamos acá como tres bestias. Sí, bestias. Porque creen que por ser como somos, asesinamos o lastimamos a todos los que se nos acerquen. Ya nos cansamos, porque todos son como son. Mi amo Hades algún día va a pagar por lo que nos obligó a hacer… pero jamás saldremos sin cruzar con el barco, lo único que nos queda para tener libertad es la muerte.

Autora: Sasha

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Monologo:

Hola, soy el Cancerbero y soy un mito. En toda mi vida me ocupé de proteger a los dioses mas importantes, pero nadie me lo agradece. Por mis patas fuertes y mis cabezas inteligentes soy el más temible de todos los monstruos. Pero me temen. Yo sólo protejo a los buenos y hago justicia con los malos. Espero que en un mundo moderno haya alguien como yo que mejore la actitud de las personas.

Autora : Florencia

Ilustración: Giuseppe Canino

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Como textos extra, publicamos una variante de los monólogos: diálogos infernales entre Orfeo y Cancerbero.

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Diálogo

-Hola –dijo Cancerbero.
-¿Quién sos? –preguntó Orfeo.
-Yo soy el guardian del infierno –dijo el Cancerbero.
-¿Me dejarías entrar? –preguntó Orfeo.
-No.
-Necesito rescatar a mi esposa -dijo Orfeo.
-¿Quién es ella? -preguntó Cancerbero.
-Eurídice –respondió Orfeo. -¿Me dejarías sacarla?
-No, nadie puede entrar aquí –respondió.

Orfeo tocó su lira y así pudo entrar a rescatar a su esposa.

Autora: Fabiola

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Diálogo

Entra Hércules al Hades y se encuentra con Cerbero. 
-¿Quién osa entrar? -dijo Cerbero en voz alta.
-Soy Hércules –respondió.
-Por entrar recibirás el peor de los castigos: la muerte -gritó Cerbero.
Pero Hércules empuñó su espada, y dijo:
-Te llevaré conmigo, perro del Infierno.
Empezaron a luchar, cuándo por fin Hércules venció a Cerbero, y con sus últimas fuerzas dijo:
-Victoria, por fin… Victoria.

Autor: Diego G.


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