Personajes y aventuras; creaciones emparentadas con el relato mitológico, pero con vida y vuelo singulares. A continuación, las producciones donde aparecen estas criaturas en acción.
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El dios del amor ciego
Una vez en Grecia una pareja de dioses tuvieron su primer hijo.
Era como el hijo del dios más lindo del mundo y la diosa más simpática
de todas. Cuando su hijo era un niño, era muy travieso y divertido para algunas cosas. Él soñaba con ser el dios de el amor. Pero sus sueños no se cumplieron, fue pasando el tiempo y no lo logró. Sus sueños murieron con él en una batalla.
Nadie supo qué hacer, ni cómo rescatarlo.
Él luego de muchísimos años encontró en el paraíso un amor de muchas aventuras. Pasó el tiempo y llegó su día: era Alias, la diosa de las rosas.
Pero ella escapó, lo abandonó y nunca se supo más nada.
Autora: Camila
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Leizor
Desde tiempos remotos es recordada su historia. Su nombre era Leizor. Era un héroe humano. Fue el héroe más grande entre todos los héroes. Sus padres eran dioses, sus nombres eran: Alcmena (madre) Zeus (padre). Era hermano del héroe Hércules. Tenía cabello largo y rubio, ojos azules, era alto y robusto.
Cuando era pequeño, lo raptaron y lo dejaron en un castillo con padres falsos. Nadie sabe bien cómo, pero un día cuando tenia 15 años se dio cuenta de que esos no eran sus padres y se escapó. Tuvo muchas aventuras. Mientras los padres falsos lo buscaban, él se trepaba a los árboles para que no lo vieran. Una vez, él solo logró derrotar a un cíclope, otra vez pudo derrotar a un minotauro. Pero tal vez su mayor hazaña fue vencer a un dragón. Una vez salió de aventura al Gran Bosque Encantado. Allí enfrentó muchas criaturas salvajes y exóticas. Estaba vagando por Vega de Turcespina hasta que se encontró con el aserradero del este, habló con un señor que le enseñó el arte de las monturas y allí domesticó un gran dragón. Con la compañía de su dragón partió al Olimpo a visitar a sus padres y a su hermano Hércules. Sus padres estaban muy contentos de tener un hijo tan hábil y poderoso. Cuando era niño deseaba ser un paladín y luchar por la armada imperial.
Autor/es: Iván y Santiago
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Hugo, el más grande de los héroes
Hubo hace muchos siglos, un niño al que bautizaron con el nombre de Hugo. Fue el hijo de un viejo herrero, y su madre era una diosa llamada Tetis. Un día su padre vino con una noticia. ¡Al que matara al monstruo, el rey le daría a su hija para casarse! Con el tiempo Hugo se convirtió en hombre y tuvo sus batallas. Se movía como Aquiles y peleaba como Odiseo.
Hugo en su camino se encontró con un cíclope de 20 pies . Empuñó su espada y con su fuerza se la lanzo al corazón, y el otro cayó desmayado. Luego Hugo siguió su camino. Siempre estuvo buscando al monstruo.
Nunca lo encontró.
Autor: José
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Héroe
Hace varios siglos hubo un niño que soñaba con ser constructor. Con el paso del tiempo el niño llamado Taihel se convirtió en adolescente, y sus sueños fueron cambiando.
Básicamente el adolescente tuvo un recuerdo de cómo era la vida en el tiempo de sus padres, pero tal vez Taihel no sabía exactamente si sus padres tenían una buena vida. Como no sabía de la vida de sus papás empezó a investigar. Taihel tomó sus cosas y marchó por un rumbo desconocido….
Él tomó un camino a una ciudad desconocida, donde encontró una cueva donde estaba el libro que le contaban sus papás. Él empezó a leer el libro, y sus recuerdos empezaron a fluir.
Se dio cuenta de que el era hijo de un dios y que tenía la capacidad de vivir infinitamente. Pero para él no era bueno porque quería conocer lo que era morir por el dolor de perder el amor constantemente.
Eso a Taihel podría matarlo por dentro y se destruiría por fuera .
Autora: Sol
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Lince
Desde tiempos remotos es recordada su historia en un pueblo, cerca de los bosques. El héroe se llamaba Lince. Vivía en una cueva. Una vez, él solo logró vencer a un león. Una mañana, vino el rey de otro lugar que quería dominar este pueblo, hasta que llego Lince y los salvó.
Lince era valiente y fuerte.
Un día al rey Lince lo llamaron para ir a luchar a otro pueblo. Él aceptó la propuesta. Cuando estaba luchando, un guerrero lo mató atravesando su espada en el pecho. Desde ese momento se lo recuerda como un héroe que salvó a los suyos y a muchas personas.
Autoras: Carolina y Johanna
Ilustración anónima de Teseo y el Minotauro, vasija del siglo VI A.C.
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El Sordial
Desde tiempos remotos era recordado como el invencible. Decían que al enfrentarse a las almas del Hades, todas caían a sus pies, ni el mismo Cerbero podía vencerlo. Propusieron una recompensa de 1000 monedas de oro para quien trajera su cabeza delante del rey. Siempre los griegos admiraban su poder y valentía.
Un día el Sordial se le apareció en sueños a un sacerdote en su templo, le habría dicho que a la mañana siguiente se lo llevaría y reencarnaría su alma en él.
Dicho y hecho: sucedió. En el preciso momento, su alma se trasladó.
Autor: Nahuel
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Héroe
Hace varios siglos nació un niño llamado Perles, que era hijo de dioses.
Un día una bestia fue enviada desde el Hades a secuestrar al niño. Como en el Hades sólo entran muertos, no permitieron que el niño entrara.
A la bestia le ordenaron matarlo, pero no pudo hacerlo, entonces le dio al chico a una familia de mortales para que lo críen como si fuera su hijo.
Después de muchos años Perles fue creciendo y dominando sus poderes. Él siempre trató de averiguar por qué tenía esas habilidades.
Autoras: Romina y Florencia
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Borfo
Desde tiempos remotos en la actual Corea del sur, Borfo se recuerda por sus hazañas. La mejor fue cuando salvó de que muera de hambre mucha gente que estaba siendo esclava de un rey llamado Dircu. La primera vez sólo logró avisar que en tres semanas vendría a rescatarlos, la segunda vez logró sacar del castigo a cientos de personas, pero más del doble quedaron siendo castigadas. Aunque esa no fue su única hazaña él participó en muchas guerras salvando a muchas tierras de su cultura de ser invadidas por enemigos. Él era muy inteligente pero además tenía habilidades especiales. Se cree que fue hijo de un esclavo muy maltratado, por eso lo hacía feliz liberarlos.
Autor: Javier y Agustín
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